viernes, 3 de mayo de 2013

Dos temporadas sin el Proyecto 333: Mis impresiones.

Hacía muchísimo tiempo que tenía en mente escribiros y actualizar un poco sobre el después del Proyecto 333. Si mientras lo estaba haciendo os iba contando mis impresiones, me parecía muy interesante trasmitiros las diferencias que he encontrado en el caso contrario, lo que he echado de menos y de más.


Por qué no seguí con el Proyecto 333 a partir de otoño 

Mis prendas de invierno y de otoño son aburridas. No me gustaba el invierno y uno de los motivos es que no me gustaba mi ropa de esta estación, pero no LA ROPA en general. Si quería participar en el proyecto, tenía que conseguir muchas prendas, y de calidad, para que fuese factible. 
Por otra parte, aquí en invierno hace bastante frío, pero en los edificios y lugares de trabajo ponen la calefacción tan elevada que hay que utilizar manga corta (paradojas de la vida antinaturales que se cargan el planeta... eeeen fin). Entiendo, por lo tanto, que tener 33 prendas de ropa de distintos grosores son pocas, si cada vez que una se viste tiene que ponerse tres o cuatro capas. Yo soy una mujer limpia y cualquier olor desagradable o corporal implica un enjuagado en la lavadora, así que casi todo lo lavo tras una o dos puestas (tres a lo sumo, manías mías). 
En definitiva, no me ví capaz de conseguirlo sin amargarme.


Invierno y los meses de la renovación

Está claro que nuestra forma de vestir nos influye, y que un día gris puede ser más alegre si nos vemos guapas y nos sentimos seguras, y que los días depresivos sólo apetece vestirse oscura y ancha, como creándonos nuestro propio refugio portátil ante el mundo. Durante estos meses he necesitado cambiar, por muchos aspectos de mi vida que forzosamente también lo han hecho, porque el cambio es bueno y hay que abrir la oportunidad a lo nuevo y porque igual no es cambiar, sino dejar nacer lo que siempre estuvo en ti pero no emergía. He aprovechado las rebajas muy bien, y he conseguido piezas y un estilo not bad, que me define bastante más de lo que nunca habría pensado. Ha sido cambio de look total, reforzado con más seguridad, más ganas de trabajar, más sonrisas, esas que ya no me olvido de llevar puestas siempre. Se puede decir que el invierno me ha sentado muuuy bien, y ya no odio mi armario de prendas gruesas y calentitas. 


Lo que he aprendido del Proyecto 333.

Entre muchas de las cosas que ahora aplico habitualmente y de forma espontánea a la hora de vestirme después de haber pasado por el Proyecto 333 durante dos temporadas, destaco dos: 

  • La capacidad para crear nuevos conjuntos con cosas dándoles un uso diferente, de forma que las reciclas y cambian por completo: utilizar vestidos como faldas, camisetas con vestidos para darles otro aspecto, pañuelos como cinturones, camisas con vestidos, faldas con jerseys de distintas longitudes y estampados... ¡Me libré de ir de uniforme siempre, con jeans y suéteres de cuello cisne!

  • Ahora miro más por cada cosa que compro, no sólo por la calidad, ya que dado mi presupuesto no puedo invertir siempre todo lo que quisiera en una prenda buena, sino que me pregunto ¿para qué la voy a usar? ¿Voy a poder utilizarla en otras ocasiones? ¿Con qué me va a combinar? ¿Me sienta bien? ¿Me gusta? ... Antes de guiarme por otros asuntos como si la compro porque me es útil pero el diseño no me llama nada o me gusta pero me queda grande... He adquirido algunos vestidos para fiestas que combinados con los complementos adecuados se pueden llevar para noche o tarde, para un día más arreglado o una salida algo más informal. Que todo sirva para todo es un objetivo a la hora de no tener tantas cosas almacenadas que no se utilizan de forma asidua, y que sólo usamos una vez, además de que este tipo de prendas nos suelen costar una fortuna.
He mencionado antes, que he mejorado mi estilo y lo he definido un poco más. Pensar en que puedes tener poco te empuja, como ya he comentado, a tener lo que realmente te gusta. No voy a negar que en este tiempo he comprado por impulso, pero con más cabeza que otras veces. 

He seguido investigando para no comprar en las tiendas de siempre y favorecer los pequeños comercios emergentes, tanto online como físicos.
Me he hecho preguntas que al resto de personas les pueden parecer absurdas, tipo: ¿cuántas bragas necesita una persona normal? ¿Cuántos vaqueros? , etc. (sigo ponderando esto,  así que si tenéis respuesta a alguna de estas preguntas, me encantaría conocerlas). 

Con los zapatos, otro tanto de lo mismo. Los pies, mis grandes olvidados anteriormente, no se pueden calzar ya con cualquier cosa. La máxima es tener menos, pero de mayor calidad. ¡Básicos, básicos, básicos!



Lo que NO he echado de menos del Proyecto 333.

Son pocas cosas, me he acordado mucho de él, pero podría decir que estaba contenta de no tener que elegir entre sólo dos chaquetas sino coger en cada caso la que me iba mejor al conjunto, y en cada momento lo que me apetecía... Aún así, es cierto: hay prendas de mi armario que no he tocado en todo este tiempo... Y eso es lo que me impulsa a volver a él.



Lo que SÍ he echado de menos del Proyecto 333.

EL ESPACIO. Antes todo estaba ordenado, como mucho había un conjunto fuera del guardarropa. Todo combinaba, todo se veía limpio, todo CABÍA en mi armario sin problemas de espacio. 

EL TIEMPO. ¿qué me pongo? no era un dilema delante del armario con miles de pruebas delante del espejo, desordenándolo todo para tener que guardarlo antes o después, sino una pregunta con fácil respuesta. Todo encajaba, y todo estaba SIEMPRE listo, ya que ponía una lavadora cada sábado, y planchaba esa ropa de la semana. Ahora, al tener tanta, puedo pasar dos o tres semanas sin lavar, echando de menos prendas básicas, acumulando lotes de ropa interminables que dan taanta pereza que al final los llevo arrugados, o arrugados porque se prensan en el armario, porque no caben. 

EL DINERO. Todos los meses he comprado dos cosas o tres como mínimo. Que sí, que mi armario lo pedía a gritos, pero cuando hacía el proyecto, si algo entraba, algo tenía que salir... 

Tengo en mente una nueva entrega, cuando tenga tiempo de clasificar y guardar lo más grueso. He sacado mi ropa de verano, que ... ¡sólo es una cajita de cartón de 40x40x30cm! ¡No lo recordaba! Me pregunté... ¿dónde está el resto de mi ropa? Obviamente, me deshice de todo, y realmente no necesito ni la mitad de las cosas que tengo, sólo lo que me encanta, lo que me hace sentir especial. 
Dejar hueco para que entren cosas positivas, porque es más difícil que esto pase si el espacio ya está saturado: se arrugan y no quedan bien... 
Me voy a hacer próximamente con unas perchas de madera, las necesarias, y voy a elaborar una nueva etapa, no sin antes tirar ingentes cantidades de cosas que me gustan pero que están viejas, o cosas que nunca uso.
Alguien que no recuerdo ahora mismo dijo una vez que un Arquitecto tenía que ir siempre bien vestido porque en cualquier momento podía ser objeto de homenaje. Yo estudio esto mismo, y me debo a mi profesión. Simplificar y ordenar es nuestro trabajo, y creo en un entorno ordenado para una mente con estas características. 

Próximamente, más noticias sobre mi vuelta a este proyecto... 


LuLiLa


domingo, 22 de julio de 2012

VeRaNo

Las vacaciones de verano llegaron y pasaron, y ahora mismo estoy en unas vacaciones extrañas, porque tengo que trabajar a la vez que estoy de viaje. En este caso, mis destinos han sido bastante fresquitos, así que mi maleta viene muy completita. Siguiendo con el Proyecto 333, sin darme cuenta llevo esas 33 en mi maleta, más algunos extras en complementos y 3 reservas de ropa. Así que esta es la nueva lista que vengo utilizando desde hace un mes. La mayoría de las prendas han sido rescatadas del antiguo proyecto 333, en concreto, las que aparecen con un tamaño de letra más pequeñito.

  1. Camiseta jirafa
  2. Vestido negro
  3. Vestido rayas largo
  4. Falda blanca
  5. Falda azul lunares
  6. Jeans claros
  7. Jeans oscuros
  8. Chaqueta cuero
  9. Chaqueta blanca
  10. Rebeca beige
  11. Rebeca marrón
  12. Rebeca calada
  13. Rebeca azul marino
  14. Camisa de cuadros
  15. Camisa vaquera
  16. Camiseta blanca manga corta
  17. Camiseta blanca dibujo
  18. Camiseta blanca
  19. Camiseta azul marino tirantes
  20. Camiseta azul manga corta
  21. Camiseta jirafa
  22. Pantalones azul marino
  23. Camiseta volantes nude
  24. Camiseta mostaza ¾
  25. Blusa estampada
  26. Blusa azul y marron
  27. Blusa melocotón
  28. Camiseta blanca larga
  29. Sandalias doradas
  30. Sandalias marrones
  31. Zapatos Oxford
  32. Vestido nice
  33. Camiseta básica                                                           
*Sudadera pitufa
*Jersey verde
*Camiseta rosa fucsia

Bolso
Bolso pequeño
Mochila
Bolso estampado
3 cinturones
14 braguitas
11 pares de calcetines
  1. 3 fulares

jueves, 7 de junio de 2012

Día 45

¡Aguanta un poco más! Desempaqué mis dos cajas de ropita para verano, y me doy cuenta de que me faltan prendas combinables entre ellas. Estoy armando la lista, pero voy a tener que comprar cosas básicas y cortas, por lo menos cinco... ¡Ya tenemos el problema de siempre! Me iré a low-cost, me es imposible gastarme ahora en cinco prendas de calidad, así que buscaré, dentro de lo que cabe que no sean prendas demasiado malas, algo así como Mango o Cortefiel, y buscaré esos básicos que encadenen las prendas sueltas y coloridas que ahora mismo poseo. Esta siendo bastante difícil armar esta lista.

martes, 5 de junio de 2012

Día 43: la primera crisis

Se supone que me quedan 16 días para terminar el proyecto, y que entonces podré formar un nuevo grupo de prendas para hacer frente al nuevo reto del verano. Pero es que no bajamos de los treinta grados, es que abro la puerta de mi armario y todo me da calor, es que iría en bikini por la calle si fuera política y cívicamente correcto. Así, y más un retraso de puesta de lavadora semanal, ya que sufrió un problema el sábado y aún no la he puesto, he tenido que abrir mi caja de pandora estival, y sacar algunas prendas con las que me vestí ayer y hoy. Me niego a ponerme pantalones largos vaqueros con estas temperaturas, yo siempre digo que esto no consiste en reventar. Bien es cierto que estamos en exámenes y no necesito salir a ninguna parte más que a realizar los mismos, pero cuando salgo no quiero morir. Estoy ya viendo qué prendas pondré y pienso que igual es más inteligente empezar con este nuevo proyecto ya, tres meses, junio, julio y agosto, y dejar septiembre para un nuevo principio, porque en septiembre ya vuelve a pegar la manga larga y la disponibilidad de prendas acorde a un clima más homogéneo será más fácil de prever. Porque los tres vestidos que tengo, que son lo más fresco del armario, se me quedan cortos... así que entre cajas me debatiré unos días hasta que lo coloque al fin todo, y será oficial cuando publique la lista...

Como principio ha estado bien, no voy a desanimarme pensando que empecé tarde y no he podido ni siquiera terminar en la fecha, simplemente pensaré que tengo que ir perfeccionando y así en el futuro sabré qué fechas puedo abarcar y cuadrar mejor las prendas.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Día 37

El calor es insoportable y no nos da tregua, pero aún así consigo vestirme cada día, y cada día me dicen que voy muy guapa, así que supongo que he encontrado en mi día treinta y siete con este proyecto, tres cualidades:

  • Combino mejor las prendas
  • Voy más arreglada y con otra actitud porque me gusta mi estilo y mi ropa
  • Nadie se da cuenta de que repito o no una prenda cada dos semanas
Así que, de momento, como veis estoy bastante contenta con el proyecto. A mí más que ahorrarme dinero en ropa, ya que no solía comprar demasiada, lo que me ahorro es comedero de cabeza del tipo no tengo nada que ponerme y frustraciones varias de pelea con el armario. 

En cuanto a los zapatos, creo que mis sandalias Pikolinos es la mejor compra que he hecho nunca, y es que en cuanto me pongo otras la planta del pie se me resiente y un principio de callo empieza a perturbarme. Las sandalias de la florecita fuxias, Yokono, me matan literalmente, así que tendré que regalarlas a algún alma que se maneje bien con ellas. 

Sigue habiendo prendas que aún no he utilizado, así que para el próximo, lo tendré en cuenta... y sigo preguntándome dónde comprar la ropa en el futuro, para que me aguante a los lavados semanales pero sin que sea ropa demasiado clásica básica... y es que algunas de mis camisetas de Sfera creo que trasparentan demasiado.

jueves, 17 de mayo de 2012

Día 24

Yo no soy de esas personas que se andan con tonterías; como me dé por algo, allá voy. Así que hoy mismo he terminado de preparar mi calzado para el proyecto 333 de lo que resta de primavera (que en mi ciudad ya es verano) y el verano en si.
He adquirido unas sandalias doradas geniales para noches y fiestas (lo siento, zapato plano por favor, no me llevo bien con los tacones), y unas sandalias tipo chanclas (yo llamo así a las que simplemente se introduce el pie y no lleva hebillas que sujeten la parte del talón o tobillo) de la marca Yokono, que ahora mismo no puedo adjuntar, pero son rosas y con tiras de colores.
Me ha dado por las florecitas en los zapatos ahora, ¡qué le vamos a hacer!. Creo que el calzado elegido está bien, porque la calidad va adjunta al uso que pretendo darle, y no se, a ver cuanto tiempo me aguantan... Supongo que cuando disponga de un sueldo propio y abundante podré invertir cientos de euros en calzado que dure diez años, pero ahora mismo, si duran tres, estaré bastante conforme.
Además he conseguido este bolso para las noches y momentos de salidas y fiestas veraniegas. Y es que, en cuanto a lo que mi ropa se refiere, he descubierto que cada día me siento guapa, porque no tengo en el armario nada por tenerlo, sino que todo me gusta, así que siento que voy arregladita siempre, y que la diferencia respecto de fiestas u ocasiones especiales lo pondrán los complementos.
En primavera y verano es más sencillo, pero pienso que va a ser un problema en invierno, ya que es una época que no se me da tan bien.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Día 23

Estamos ya a casi un mes desde que comenzó el proyecto, y el calor no me deja en paz, así que como el margen de prendas que puedo usar, son las que no tienen manga larga, me remito a muy poquitas. Las lavadoras cogen frecuencia y las prendas se deterioran a pasos agigantados. Mi camiseta melocotón ( 31.Camiseta tirantes melocotón ) ha tenido que ser sustituida por la camiseta de tirantes de flores que tenía en el banquillo. Y además, mis sandalias han sucumbido a mis interminables caminatas (eran unas sandalias baratas, propias de quien compra mucho por poco) y he tenido que adquirir unas nuevas que las reemplacen, pero esta vez, en la línea del proyecto, con calidad. Al final me he decantado por éstas, y para mi grata sorpresa, he descubierto que esta marca se ocupa de proyectos solidarios muy importantes, y supone una referencia en lo que a comercio justo se refiere, con lo cual me siento doblemente contenta por mi compra. Ahora mismo sólo uso estas sandalias, y quiero adquirir unas menorquinas o algo así, tipo artesanal y cómodo para andurrear, y además bonito, que si no con faldas.

Os explicaré cómo son si es que decido comprarlas. Me gustaría que me ayudarais con tiendas para ropa de calidad, puesto que la ropa cada vez se está poniendo más fea del uso continuo y lavados y probablemente para el verano y bueno, el futuro en general, tenga que adquirir nuevas piezas, y quiero que me aguanten